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Deporte y comunicación: las primeras huellas del fútbol femenino en CanariasSports and communication: the first signs of women's football in the Canary IslandsLaura Esther Castro Hernández [CV] Universidad de La Laguna – info@lauracastro.es Abstract Keywords Sumario
1. Introducción Los movimientos sociales del siglo XIX marcaron el avance de la mujer y su papel en el mundo del deporte. Detractores y defensores debatieron en los comienzos del siglo XX sobre si el deporte era una actividad recomendable para la salud de las mujeres o no, hasta que, se comenzó a normalizar la práctica de algunas modalidades influenciadas por la corriente deportiva internacional, relacionada con la participación femenina en pruebas como los Juegos Olímpicos y los movimientos feministas nacionales. Su normalización no llega hasta terminada la dictadura franquista momento en el que se constituyen los primeros clubs de fútbol femenino influenciados por los ya existentes a nivel nacional como el Bilbao o el FC Barcelona femenino.
El fútbol practicado por mujeres en España constituye hoy en día uno de los principales deportes junto al baloncesto. Sin embargo, mucho tardó en llegar a Canarias la normalización por parte de la sociedad del fútbol femenino.
A lo largo de la historia más reciente, la construcción social del deporte se fundamentó en una visión androcentrista con importantes sesgos de género.
Con este panorama, las mujeres trataron de hacer legítimo su derecho de practicar el fútbol, pero encontraron grandes resistencias en un modelo deportivo anquilosado en la supremacía masculina y, especialmente, durante el periodo franquista, momento en el que estaba totalmente vetado para la mujer este deporte. El objeto de este estudio se centra en presentar las primeras noticias periodísticas del fútbol femenino en Canarias en el contexto histórico social de las relaciones de género. No nos interesa tanto conocer el volumen de noticias publicadas, pues ello sería una obviedad, sino analizar la evolución o no del discurso y su relación con el momento histórico, social, cultural y político en el que se desarrolla. Pretendemos también recoger el papel de la mujer en el fútbol y el tratamiento de los medios de comunicación de la época. Esta aportación, todavía inédita, debe contribuir a la construcción de una historia social del deporte femenino y, concretamente, del fútbol femenino en el archipiélago en la primera mitad del siglo XX. 2. Breve justificación teórica En el siglo XIX se producen una serie de cambios sociales en España como la industrialización, que modificó el modo de vida de la población española. A pesar de los avances producidos, la mujer no encontró gran mejora en su papel social al encontrarse relegada al ámbito familiar.
En el contexto social de la primera mitad de siglo XX, comienzan a asentarse los primeros movimientos reivindicativos femeninos (que desde el siglo XIX ya existían) que logran, entre otras cosas, el reconocimiento de algunos derechos como el acceso al trabajo extradoméstico, de manera que la mujer comienza a reclamar su papel en la sociedad, siendo el deporte el ámbito más vetado de todos para ella.
En este escenario, comienzan a desarrollarse las federaciones deportivas, asentándose el deporte en la sociedad, y una minoría empieza a ver con buenos ojos que las mujeres practiquen algunos deportes, siempre y cuando cumplieran con lo establecido como “normal” para la fisiología femenina. Pero ni la ciencia médica ni la sociedad civil, en general, veían bien la figura de la mujer deportista; la primera no encontraba en el deporte una actividad recomendable para la salud de las mujeres dada su constitución y, por otro lado, la sociedad tampoco admitía la figura de una mujer decidida, segura e independiente, es decir, empoderada, que es la que el deporte construía. Tal y como afirman Millán y Ruano (2019) “la incorporación de la mujer al deporte de competición se ha producido históricamente como una cesión programada. Lo que ha permitido crear espacios femeninos allí donde era inconveniente que existieran, pero separados de los hombres”. Así́, cuando se empieza a recomendar la práctica física para las mujeres de principio de siglo, como por ejemplo el excursionismo, se hace por unas razones exclusivamente higienistas: mejorar la salud de las futuras madres y, en consecuencia, la de sus hijos e hijas. En Inglaterra, durante la Gran Guerra, el fútbol femenino creció con equipos formados por las empleadas de las fábricas de munición. Esta reacción se considera como la iniciación del fútbol femenino en Europa (Brennam, 2007; Simón, 2009; Tate, 2013), aunque en 1921 se prohibió totalmente la práctica de este deporte por parte de las mujeres (Tate, 2013). A continuación, se celebraron durante doce años las Olimpiadas Femeninas o Juegos Mundiales de Mujeres (París 1922, Göteborg 1926, Praga 1930 y Londres 1934) que sirvieron para reivindicar el papel de la mujer en el deporte. Las noticias internacionales influyeron en España de forma notoria. El deporte practicado por mujeres comienza a desarrollarse en nuestro país en los años veinte del siglo pasado (Bahamonde, 2011; Simón, 2009). Los principales deportes practicados tenían un carácter individual con la compañía masculina. Realmente, fue el contexto social y político de este periodo el que les dio la oportunidad de practicar actividad física fuera del hogar. La primeras referencias de fútbol practicado por mujeres a nivel nacional nos llevan hasta el año 1914, momento en el que el Spanish Girl´s Club jugó un partido en el campo del Español entre las propias jugadoras. Posteriormente, comenzaría una gira del club por España para recaudar beneficios para causas sociales. Comenzaron por aquel entonces a formarse equipos de fútbol femenino como el Romea FC y Metropolitano FC. En 1932 se consolidaron varios equipos de fútbol como el Levante, España, Atlético y Valencia. Y en 1934 Ana María Martínez Sagi se convierte en la primera mujer directiva del fútbol español al formar parte de la Junta Directiva del FC Barcelona (García, 2007). Aunque , como se ha señalado, para la mujer el deporte se convertiría en una oportunidad de salir del hogar y emanciparse en esta época, duraría poco la ilusión, pues se produjo, como se verá, el ocaso deportivo tras la Guerra Civil española, volviéndose a un posicionamiento conservador y a un modelo condescendiente. El contexto internacional favoreció que en España y, en Canarias, se comenzara a practicar deporte especialmente tras los Juegos Olímpicos de París en 1924, en los que la mujer tuvo un papel limitado a la esgrima, natación o tenis pero con espacio en la prensa nacional y canaria. Con la llegada de la II República se asentaría la institucionalización del deporte femenino en modalidades como el baloncesto o el balonmano, exceptuando siempre al fútbol: “El deporte continúa existiendo por, para y sobre los hombres” (Cooky et al., 2013). Desde 1939, la creación de la Sección Femenina sirve para recordar a la mujer cuál es su rol social y el deporte se recomienda para mejorar las capacidades reproductoras de la mujer como asignatura obligatoria desde la educación primaria hasta la Universidad. Con la dictadura franquista, el papel de la mujer se reduce a una figura pasiva y, en el fútbol y en los toros, está meramente como espectadora. Desde 1941 la cultura física está controlada por la falange y se usa como una herramienta de control. En este periodo los deportes universitarios femeninos estrella serán el vóley, la natación y el baloncesto. El fútbol es una disciplina considerada específicamente para hombres y no adecuada para las mujeres. Las referencias de este periodo de partidos de fútbol femenino en España son, por ejemplo, un encuentro entre artistas de la época “las finolis contras las folclóricas” en el que se ridiculizaba en la prensa a las mujeres en el fútbol. En Canarias, algunos periódicos se hacen eco de las noticias internacionales relativas a la práctica deportiva de mujeres y comienza a instalarse la práctica de la actividad física como un sinónimo de modernidad y avance social. Los centros de educación, los movimientos de las federaciones obreras, la creación de las federaciones deportivas, crean precedente para que se asiente el deporte entre las juventudes canarias. Entre 1915 y 1950 empieza el debate en los medios de comunicación canarios sobre la práctica deportiva de las mujeres, que tomará distintas versiones en su discurso en función de la época o periodo político, así como el contexto social. Cabe destacar, como era de esperar, en esta mitad de siglo la ausencia de leyes de Igualdad y leyes del deporte. Puede señalarse que las normas más significativas que plantearon la emancipación de la mujer fueron (1931) derecho al voto; (1932) ley del divorcio; (1936) ley del aborto en Cataluña. También cabe reseñar, algunas políticas educativas que favorecieron el acceso al deporte en la segunda enseñanza, priorizándose juegos y deportes en la educación física. 3. Pregunta de investigaciónEn esta investigación queremos hacer un recorrido histórico por la primera mitad del siglo XX para averiguar cuál era el papel de la mujer en el fútbol practicado por mujeres canarias y cómo fue el tratamiento de los principales periódicos del momento. 4. Materiales y método La investigación parte de la revisión documental en las principales bases de datos digitalizadas y abiertas en Internet. Esencialmente, la documentación tratada ha tenido como fuentes la hemeroteca de la biblioteca de la Universidad de La Laguna y Jable de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, y, concretamente, los siguientes periódicos:
La Gaceta de Tenerife (1910-1938) comenzó a editarse en 1910 como una publicación con una línea editorial derechista. Durante el periodo de la Segunda República el diario se alineó con la CEDA y constituyó uno de los periódicos derechistas más leídos de Tenerife. Continuó editándose tras el estallido de la Guerra Civil. Su último número es del 2 de octubre de 1938. La Prensa (1910-1939) se alineó con el bando aliado durante la primera Guerra Mundial, como hizo de forma mayoritaria la prensa canaria. Tuvo su auge durante la década de 1920 y la Segunda República, pero entró en decadencia tras la toma del archipiélago canario por parte del bando sublevado, durante la guerra civil, aunque aguantaría hasta el 14 de febrero de 1939 cuando cesó dando paso, al fusionarse con Amanecer, al actual periódico El Día. El Día (1939-2018), durante la dictadura franquista, fue órgano del Movimiento Nacional Sindicalista. También se han tenido en cuenta para esta investigación distintos documentos y publicaciones de autores nacionales para situar cronológicamente las noticias o informaciones hemerográficas, así como estudios específicos de género en Canarias y en el ámbito nacional. 5. Análisis de datosLa investigación muestra que hasta la década de los años veinte la práctica del deporte en España por parte de las mujeres era casi inexistente. Pero es importante conocer los prolegómenos de su llegada, pues es desde 1915 cuando la prensa canaria empieza a reflexionar sobre el papel de la mujer en la actividad física. La Prensa, el 15 de noviembre de 1915, publicaba uno de los primeros artículos en referencia a la mujer y el deporte:
El viernes, 26 de julio de 1920, se publica en el periódico santacrucero La Prensa un artículo denominado “Las mujeres deportivas”.
En una época en la que Canarias adquiere el extendido debate nacional sobre si la mujer debía practicar o no deporte, encontramos escasas publicaciones al respecto. El Progreso, publicaba el martes 13 de junio de 1922:
El periódico El Progreso publicó un texto el 28 de enero de 1923 titulado: “la mujer Olímpica” por el que se daba cobertura a un Congreso Médico. Dicho artículo concluía con las siguientes afirmaciones:
El Progreso (Santa Cruz de Tenerife) de 22 de agosto de 1923 dedicaba una columna a la mujer futbolista en Las Palmas:
Eran distintas las voces que hacían alusión en la prensa de la época a la práctica de deporte por parte de las mujeres por un lado, las que estaban a favor para los beneficios físicos y, por otro lado y en mayor medida, las que estaban en contra por encontrarlo antiestético, anormal e incluso “una herejía”. De este periodo destaca la primera referencia a la creación de un equipo de fútbol femenino. El 13 de noviembre de 1924 encontramos la primera publicación que hace referencia a un equipo de fútbol femenino en el periódico La Gaceta de Tenerife que titula:
Por su parte, en octubre de 1925, La Prensa compartía un artículo en una sección llamada “páginas para la mujer” titulado “la mujer y el deporte”
De nuevo en La Prensa, en noviembre de 1925, encontramos un breve titulado “¿Un equipo de fútbol femenino?” que recogía lo siguiente:
Durante este periodo, se produce la llegada al poder central de Primo de Rivera, lo que supone el inicio, en las Islas Canarias, de un tiempo orientado a la reforma de las estructuras socio-políticas de las islas. En esta época, la prensa se centra en el pleito insular y la separación de las provincias es inminente. Con este clima, las noticias deportivas que aludían a las mujeres se centran en un discurso orientado hacia la práctica de la actividad física para conservar la belleza o sus indicaciones favorables para la maternidad, discurso que se extendería hasta la década de los años treinta y de manera puntual. Con la llegada de la II República (14 de abril de 1931) se producen importantes reformas sociales y políticas en las Islas pero, el hito más importante de este periodo, es la llegada por primera vez de las mujeres a la política. En este momento, se reconocen numerosos derechos civiles a nivel nacional (matrimonio civil, divorcio, educación laica, libertad de expresión o manifestación). El más importante, el derecho a voto en 1931. A partir de entonces, el empoderamiento de la mujer en distintos ámbitos sociales comienza a ser una realidad, excepto en el deporte en el que continuaría por algún tiempo el fútbol vetado para la mujer, únicamente justificando su presencia como espectadora. Fuentes orales consultadas (Enrique Armando Perera García) nos indican la existencia de un equipo de fútbol femenino en los años treinta, el RUT Femenino constituido por todas las vecinas del Barrio de El Cabo en Santa Cruz de Tenerife. Este equipo no disputó ningún partido oficial al no existir competiciones en esta época. Entrenaban de vez en cuando y jugaban al fútbol entre ellas. La Prensa (viernes, 4 de agosto de 1933) publicaba el artículo “La mujer y el deporte” de Inne Lenglen, gran propulsora del tenis. Un artículo sobre los avances del tenis femenino. Durante la Guerra Civil encontramos una noticia de ámbito internacional. El 24 de abril de 1936 La Prensa publicaba: “Diez equipos femeninos de fútbol en Austria” que recogía lo siguiente:
Lo cierto es que el fútbol masculino ocupaba toda la atención en la prensa canaria desde la creación de la Federación Canaria de Fútbol (1925) articulada en la Federación Tinerfeña de Fútbol y la Federación de Fútbol de Las Palmas. Y, únicamente, se atendía a noticias de fútbol femenino internacional y manteniendo el mismo discurso de los primeros años de nuestro estudio. Durante el Franquismo (1939-1975) las noticias relacionadas con las mujeres y el deporte se centran en los deportes “permitidos” como el Frontón, la Natación que ya contaba con un equipo femenino canario, Pelota Vasca, Hockey Femenino y con los Juegos Universitarios y las actividades físicas de la Sección Estudiantil Universitaria (SEU). Aunque nuestro estudio se basa en la primera mitad del siglo XX, encontramos algunas informaciones relativas al fútbol internacional. El 30 de abril de 1945 Aire Libre articulaba:
Este fue el último texto encontrado en nuestro periodo de estudio (1915-1950) en relación al papel de la mujer en el fútbol en los periódicos del Archipiélago. A partir de etapa se produce un cambio y “lo que mejor ilustra hacia dónde apuntaban los nuevos tiempos fue la irrupción de la modalidad femenina en el que ya era deporte de masas por excelencia, el fútbol, cuya primera manifestación en Tenerife data de finales de verano de 1968 cuando en las fiestas patronales de La Laguna se celebró, según informara Diario de Las Palmas (1968, 13 de julio), un encuentro entre una formación local y otra grancanaria ya consolidada (Yanes, 2015).
El 26 de julio de 1970, el Eco de Canarias imprimía el siguiente texto: “también aquí se practica el fútbol femenino, pero sólo en determinadas áreas del país. Aunque parece que se va a difundir pronto tan presto como la Federación Española autorice la formación de equipos femeninos”. 6. Conclusiones Desde el año 1915 aparecen indicios de deporte femenino en los principales periódicos canarios estudiados. Es, en ese entonces, cuando comienza el debate sobre si la práctica del deporte por parte de las mujeres es positiva o contraproducente. En esta época se da un contexto social favorable para que la mujer pueda practicar deporte: primeras federaciones obreras, centros de educación mixtos con obligatoriedad de practicar actividad física y todo ello bajo el contexto de los felices años veinte en el ámbito nacional, momento aperturista y de progreso social. Sin embargo, la imagen de la mujer en la actividad física o deporte sigue basándose en un discurso androcentrista que alude a qué deportes sí están “permitidos” para las mujeres, aquellos feminizados como el tenis, hockey, natación, etc. y qué “deportes masculinos” en los que simplemente puede observar: el caso del fútbol. Como expresan Matud, Rodríguez-Wangüemert y Espinosa Morales (2017) “la relevancia que tienen los medios de comunicación en la socialización de género y en la igualdad entre mujeres y hombres ha sido reconocida, no solo desde el punto de vista científico y académico, sino desde el político y legislativo”. La mujer en el deporte en Canarias entre los años 1915 y 1930 recibe una representación exclusivamente estética, como espectadora en el caso del fútbol y, en los periódicos estudiados, se reproduce un debate que durará dos décadas: el deporte sí, para preparar el cuerpo de la mujer para la maternidad y no todos los deportes. En los periódicos de corte republicano se encuentran principalmente columnas de opinión que reclaman la presencia de la mujer en la práctica deportiva incluso la necesidad de imitar el modelo británico para crecer como sociedad. Esto no ocurre en los de perfil más conservador que abogan por evitar que la mujer practique deportes considerados de hombres. El contexto histórico, social y político nacional nos cuenta la evolución del fútbol femenino en España y su desarrollo paralelo a otros deportes aceptados en el país. En el caso de Canarias, en la primera mitad de siglo XX tan solo encontramos noticias sobre la creación de equipos de fútbol femenino en Las Palmas de Gran Canaria (1924) como prolegómeno del auge de este deporte entre las mujeres isleñas. Durante la etapa de la Guerra Civil y posterior dictadura Franquista, la mujer tiene muy bien definidas qué actividades puede practicar y cuáles son menos recomendables, aunque no se expresa tácitamente el veto del fútbol. Aunque se tienen datos de la existencia de equipos de fútbol femenino en la provincia de Gran Canaria desde 1926 no es hasta terminada la etapa franquista cuando la Federación Canaria incluyó el fútbol femenino en su competición. Hasta entonces se trataba de partidos benéficos, amistosos o amateurs, tanto en el ámbito estudiantil como en el ocioso. A partir de la segunda mitad del siglo XX comienzan a consolidarse los equipos de fútbol femenino a nivel internacional y nacional. El caso del Athletic Club Bilbao y la sección femenina del F.C. Barcelona buscaban ya contrincantes para disputar encuentros por el panorama nacional. Según datos de la Real Federación Española de Fútbol, se comenzó por organizar una selección y disputarse una Copa de ámbito nacional para fomentar la participación de las mujeres en el fútbol. La primera de ellas fue la Copa de la Reina, que se disputó en 1981. Por su parte, la primera liga federada femenina se organizó en la temporada 1988/1989. Por ello, es interesante plantear si con la llegada de la competición federada cambió el discurso y tratamiento del fútbol femenino por parte de la prensa canaria y si realmente la normativa sobre Igualdad favoreció la mayor participación de las mujeres. Ciertamente, hay referencias de partidos amistosos en los años sesenta y setenta en la Isla Baja, Santa Cruz y otros puntos de la Isla de Tenerife. Sin embargo, según la federación tinerfeña de fútbol, la primera competición reconocida en Tenerife no llegó hasta principios de los noventa. Son muchos los estudios e investigaciones en Canarias que hablan sobre la figura de la mujer desde el punto de vista de la Literatura, el Arte, o la música. Dichas informaciones tratan de conocer la vida social de las mujeres, especialmente, las pertenecientes a las clases más favorecidas pues las otras, no existían en la intelectualidad. Sin embargo, no se encuentran estudios sobre el papel de la mujer en el deporte o actividad física por lo que es tarea difícil rastrear sus huellas. Además, en todo el periodo estudiado no se ha encontrado ni una sola referencia en Canarias a la figura de la mujer directiva, entrenadora o árbitra, teniendo en cuenta que su inclusión no llegará hasta la segunda mitad del siglo XX. Sin embargo, sí se ha encontrado la firma de mujeres de noticias deportivas. Históricamente, la construcción social del deporte ha establecido parámetros de exclusión a las mujeres, y en particular, a su desarrollo en el deporte de carácter competitivo. El tratamiento de la mujer y el deporte en el primer periodo estudiado ha sido desigual, se le trata por un lado con cortesía y, por otro lado, se le asignan diminutivos tales como “la señorita, las muchachas”. Es obvio que a través del lenguaje se pone de manifiesto el papel otorgado a la mujer como secundario en este ámbito. Dependiendo del corte político del medio, el debate en torno a la práctica del deporte femenino se traducía en textos favorables o voces críticas, hecho que concuerda en el tiempo con los movimientos sociopolíticos que regían al país y el consiguiente papel secundario que se otorgaba en aquel momento a la mujer en la sociedad. Los medios, de algún modo, contribuían a perpetuar estos estereotipos o roles de género asignados a la mujer. Diversos autores (Brown, Pearson, Braithwaite y Biddle, 2013; Reigal, Videra, Parra y Juárez, 2012; Richard et al., 2015) refuerzan esta idea afirmando que existe “la infrarrepresentación de las mujeres en el deporte, lo que puede influir en que no se considere como una característica “femenina” e influya en su menor implicación en tales actividades por parte de las mujeres, efecto que es importante dado que la actividad física se asocia con mejor salud física y mental”. Cabe entonces analizar tras los datos de esta investigación si al finalizar la segunda mitad de siglo con la llegada de la Constitución, Leyes de Igualdad y Deporte, contexto político y social, el papel de la mujer en el fútbol ha cambiado. El fútbol practicado por mujeres se encuentra aún en nuestros días en una situación de desigualdad con respecto a las preferencias de los espectadores, la cultura popular y la aceptación social, incluso por parte de las propias mujeres. Existen diferentes estudios en los que se denuncia una trivialización de los contenidos así como una escasa representación de las mujeres deportistas y un claro aumento de los estereotipos (Rintala y Birrel, 1984; Sainz de Baranda, 2013) “y es indiferente si hablamos de un medio de comunicación generalista o deportivo, pues en ambos se ve que las mujeres están en una clara desventaja respecto a los hombres, sobre todo en el caso de España” (Fernández Ramos, 2014). De este estudio se desprende que el papel de la mujer en el fútbol en Canarias entre 1915 y 1950 vivió distintos momentos en función del contexto político y social. En los años 20 comenzaron a crearse los primeros equipos de fútbol en Tenerife y Gran Canaria pero su organización federada no llegaría hasta finales del siglo XXI. A nivel social, la mujer pudo, a través del trabajo y la educación, emanciparse de los roles asignados a su género y comenzó a practicar deporte, primero por razones reproductoras y, posteriormente, para competir. En este periodo el fútbol no se recomendaba al ser un deporte reservado para el hombre, aunque ello no evitó que se organizaran y disputaran encuentros amistosos. En relación al tratamiento de la prensa estudiada existen escasos textos que mencionan a la mujer futbolista en Canarias, pues la mayor parte del protagonismo era para el hombre futbolista. Las publicaciones que hablan de la mujer deportista lo hacen desde un tono informativo, pero siempre destacando que la mujer debe hacer deporte por cuestiones estéticas o de salud, pues en este periodo estaba reservada la actividad física solo para mejorar la capacidad de reproducción de la mujer. En cuanto a los textos encontrados sobre fútbol femenino, son informaciones de carácter informativo sobre la constitución de un equipo de fútbol en Gran Canaria y una crítica hacia la mujer que quiere ocupar un espacio del hombre. “Yo protesto de tal herejía. Una mujer futbolista, es una anormalidad, una confusión, una inversión del sexo. Es algo reñido con la delicadeza de la mujer”. El texto, anteriormente citado, viene a justificar lo expuesto al inicio de esta investigación: el fútbol estuvo vetado para la mujer hasta la segunda mitad del siglo XX. La mujer tuvo que salvar obstáculos sociales (emancipación del hogar), culturales (su papel secundario frente a la supremacía del hombre), jurídicos (sufragio universal y ley del divorcio) en la primera mitad del siglo XX para poder entrar en el mundo del deporte. No es, hasta terminada la dictadura franquista, cuando consigue competir en el fútbol a nivel federado, aunque tal y como recogen los textos, desde la década de 1920 ya comenzaron a practicar de manera informal fútbol en Canarias. Actualmente estamos trabajando en nuevas líneas de investigación que pudieran dar respuesta a las siguientes preguntas: ¿Puede afirmarse que ha cambiado el discurso de los medios de comunicación en relación a la primera mitad del siglo XX? ¿Hemos conseguido superar estas desigualdades casi un siglo después del comienzo del análisis de esta investigación? 7. Referencias bibliográficas Álvarez, D. (12 de mayo de 2019): Fútbol y poder, el partido del siglo. El País, p. 34. Bahamonde, Á. 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Artículo recibido el 15 de diciembre. Aceptado el 18 de septiembre ___________________________________________________________________________ |